domingo, 29 de diciembre de 2013

Pan de molde con la mezcla de harinas casera

 
Después de los dos post anteriores sobre las generalidades sobre las harinas para hacer pan sin gluten y las mezclas caseras de harinas para pan, ha llegado la hora de la verdad: Hacer nuestra primera receta de pan con esta mezcla y aplicando nuestros conocimientos.
La primera receta que haremos será para un pan de molde tierno, esponjoso y con un sabor buenísimo.

Ingredientes:

  • 600 g de la mezcla de harinas que hicimos aquí.
  • 50 g de aceite o 80 g de mantequilla
  • 12 g de sal
  • 40 g de azúcar, 20 g de tagatosa o 30 g de miel
  • 500 g de agua o leche de vaca o vegetal
  • 25 g de levadura fresca
  • Pipas, semillas u otros frutos secos (opcional)
En el agua, se añaden todos los ingredientes menos la harina y la sal. Se le va añadiendo la harina poco a poco mientras se remueve con un tenedor. Cuando tengamos toda la harina en la mezcla, se remueve bien durante un minuto y se le agrega la sal, removiendo nuevamente. Si queremos añadirle algún fruto seco o semillas, este es el momento.
En un molde engrasado, se vierte la mezcla y se deja fermentar hasta que doble su volumen.
Con el horno precalentado a 220ºC, con calor arriba y abajo, se deja hornear unos 14 minutos si es un molde pequeño (para unos 200 g). Para moldes más grandes, como de 1 kg, se hornea 40 minutos a 180ºC.
Cuando estén hechos, se sacan del horno y se desmoldan para dejarlos enfriar en una rejilla.
¿Qué os parece el resultado?




jueves, 19 de diciembre de 2013

Mezclas caseras de harinas para pan

Casi todos los preparados panificables comerciales que venden suelen tener la misma composición: Un alto porcentaje de almidón de maíz, harina de arroz, espesantes (goma xantana) y gasificantes. Dependiendo de la marca, algunas llevan sal, azúcar, proteínas de leguminosas, etc. Por tanto, no utiliza nada que no podamos mezclar nosotr@s mism@s y, es más, podemos hacer una mezcla mucho más sabrosa para huir de esa regusto a masa sin gluten que tienen algunos panes.
Pues bien, la entrada de hoy es para daros una receta de base de mezclas de harinas para que después, según queramos hacer un tipo de pan u otro (molde, baguette, pan "de verdad", base de pizza...), vayamos añadiendo otros ingredientes.
La idea es que hagamos esta mezcla, la guardemos en un tupper bien cerradita y después la iremos utilizando para hacer diferentes recetas de pan que iré colgando en el blog. Os aseguro que el sabor de los panes que salen con este "mix" no es para nada parecido a los comerciales sino que es infinitamente mejor y más parecido a un pan con gluten.
Para que vosotr@s podáis personalizar vuestras propias mezclas, os voy a dar una serie de parámetros para que entendáis el fundamento que se sigue para la elaboración de las harinas para panes sin gluten:
  • En esta combinación debe haber un 60% de almidones, siendo el más usado el de maíz, pero se puede combinar con otros como el de patata.
  • Se le suele añadir un 5% de leche en polvo, que puede ser vegetal o incluso prescindir de ella si se es intolerante a la lactosa o no se quiere tomar lácteos. Recordad que ésta se incluye para mejorar el aspecto de la miga y la corteza.
  • Hay que poner un espesante, como goma xantana, goma guar, zaragatona (physilium husk), aproximadamente en un 2% del total de la mezcla.
  • Otro 2% de impulsor o gasificante (venden los sobrecitos).
  • El almidón agrio de yuca es un elemento fundamental para la elaboración de pan sin gluten porque aporta elasticidad a la masa, por lo que se le pone en una proporción del 5% al 10%. Haremos una entrada especial para que vais como se hace la "goma" que actuará de gluten en nuestros panes.
  • El otro 25% restante se deja para vuestra elección, pudiendo usar cualquiera de las harinas, o mezclas de ellas, que vimos en la entrada anterior. Por tanto, cada vez podréis tener un pan diferente o bien, descubrir vuestra mezcla favorita para hacer siempre.
Para empezar, os voy a sugerir una mezcla que va bastante bien y, a partir de ella, podéis ir personalizando la vuestra. Esta formula la aprendí en un curso que me encantó, el curso para hacer panes artesanos sin gluten en "El Espíritu del Bosque".
 

Mezclas de Harinas panificables "dulce, sano y natural":

Para hacer 1 kilo de harina:
  1. 600 g. de almidón de maíz
  2. 100 g de almidón de mandioca
  3. 200 g harina de arroz
  4. 50 g de leche en polvo (opcional)
  5. 50 g de azúcar (opcional). Se puede sustituir por miel, sirope de ágave, etc. Pero si vas a poner uno de estos ingredientes "húmedos" no lo agregues a la mezcla que vayas a guardar, sino una vez que la vayas a utilizar.
  6. 20 g de goma xantana.
  7. 1 sobre de impulsor gasificante
Removemos bien la mezcla y ya la tenemos lista para cuando queramos hacer pan. En la próxima entrada aprenderemos a hacer un pan de molde usando esta combinación.
 
 
Espero que os haya sido útil.
 
¿Sueles comprar las mezclas panificables comerciales o haces tú tus propias mezclas? Cuéntanoslo.
 

 
 
 

martes, 10 de diciembre de 2013

Generalidades sobre las harinas para hacer pan sin gluten

Desde que comencé este periplo allá por mayo, mi principal problema ha sido encontrar la manera de poder hacer un pan sin gluten que sepa a eso, a pan. Partiendo de la base de que JAMAS se parecerán en sabor a los panes que conocemos, he estado buscando maneras de poder hacer panes que más o menos dieran "el pego", por aspecto y sabor. 
El gluten es lo que hace que el pan tenga esa característica tan especial: le confiere esponjosidad, hace a la masa manejable, que leve en su justa medida y que no se desmigue una vez hecho.
Por tanto, si queremos conseguir un pan sin gluten en condiciones, hay que hacer un poco de investigación y experimentos, inventarse mil y una maneras para sustituir ese gluten por mezclas que puedan hacer el mismo efecto.
Con esta entrada comienza un pequeño monográfico sobre los panes sin gluten en el que os intentaré enseñar hacer un pan muy parecido a los de trigo para que podáis disfrutar de este rico alimento sin someter a vuestro organismo a los perjuicios del gluten.
Para comenzar, vamos a familiarizarnos con las harinas y otros ingredientes:

Harinas panificables

Hoy en día en el mercado encontramos muchas mezclas comerciales de harinas. Cada marca que hay tiene una composición diferente, aunque todas tienen en común la presencia mayoritaria de almidón que, por otro lado, resultan muy insípidos, y algún que otro producto químico.
Las que venden ya mezcladas son: Adpan, Beiker, Berlys (Betina), Bi-Aglut, Espsilon, Joss, Manacel, Nutricel, Panificadora MR del Rio, Pasticely, Proceli, Sanavi, Santiveri, Schär, Singlu.
Yo personalmente he usado Beiker y Proceli y, la verdad, si no tuneo esas masas no tienen ningún sabor y cierto "regusto" a almidones que no me suele gustar.

Harinas simples

Son las harinas que utilizo, mezcladas, para poder conseguir un pan decente. Las que no tienen gluten son:
  • Almidón de maíz: La típica Maizena, aunque hay otras marcas, e incluso algunas ecológicas, para evitar que el maíz provenga de cultivo transgénico.
  • Harina de arroz: Es barata, pero no se aconseja que se utilice en una mezcla en proporciones mayor al 15 % ya que reseca mucho la masa. No tiene a penas sabor.
  • Fécula de patata o almidón de patata: No confundir con los copos de puré de patatas. Se suelen vender en herbolarios.
  • Almidón agrio de mandioca, yuca o tapioca: Creo que es el ingrediente principal para poder hacer panes. Tiene un olor un poco feo, sobre todo cuando se calienta, pero su sabor no está mal. Se utiliza para hacer un "gel" que aglutina la masa y le da consistencia. Ya explicaré más adelante como se hace. Yo suelo comprarla en locutorios donde venden productos latinos.
  • Harina de garbanzos: Tan usada desde hace años en la zona de Cádiz ahora se está extendiendo al resto de sitios, aunque no es fácil encontrarla en los supermercados. Se puede moler en casa si tenemos un buen molinillo. No hay que usar más del 10% de la mezcla total porque seca mucho.
  • Harina de trigo sarraceno o alforfón: A pesar del nombre, obviamente, no es trigo, ni siquiera es un cereal. Se puede comprar en herbolarios tanto la harina como el grano y en Carrefour en la parte ecológica. Hay que tener cuidado de no utilizar mucha porque tiene un sabor muy característico y puede amargar nuestros panes.
  • Harina de quinoa o quinua: Es un pseudocereal que tiene muchísimas propiedades nutricionales. Tiene un sabor agradable y se recomienda utilizarlo en un 5-10% de la mezcla. Yo lo compro en granos y lo muelo. Se venden en tiendas de productos latinos y grandes superficies como en Eroski y Carrefour.
Hay otras muchas harinas como de almendras, bellotas, amaranto, arruruz... etc, pero considero que estas son las "básicas" que se utilizan más asiduamente para nuestros panes.

Otros ingredientes

Levaduras

La que más se utiliza para hacer pan es la levadura fresca. En Mercadona venden la marca Levital, que no lleva gluten. Se suele desleír en líquido templado (no más de 40º) para activarla y hay que tener cuidado no disolver en ese líquido la sal, ya que las levaduras morirían.
También se puede utilizar levadura seca, liofilizada.
Cuando hagamos nuestra propia mezcla de harinas es conveniente poner, además de la levadura de panadería, un poco de levadura química o de gasificante, en proporción 20 g por kilo de harina. De esta manera ayudaremos a la mezcla a que fermente mejor.

Goma xantana

Se utiliza como emulsionante o espesante. Es un polisacárido producido por una bacteria, la Xanthomonas campestris. Se utiliza muchísimo en la industria alimentaria, farmacéutica y en perfumería, viene con el nombre de E 415 o xantano. Es un producto natural, no tiene toxicidad ni provoca ningún problema para la salud.
Se utiliza para mejorar las texturas de las masas, sean más elásticas y no se desmiguen una vez horneadas. No es imprescindible, yo aún no he empezado a usarla, pero según he leído es muy aconsejable. Se puede comprar online o encargarla en alguna farmacia que hagan fórmulas magistrales.

Leche en polvo

Suena raro, ¿verdad? Se utiliza para introducir un poco de proteína a la mezcla y para que de un color bonito a la miga y la corteza cuando se hornea. Es opcional, por supuesto.

Y hasta aquí un repaso de las harinas e ingredientes más utilizados para hacer nuestras propias mezclas de harinas. En la próxima entrada os daré una receta de mezcla básica para poder empezar a elaborar panes ricos, sabrosos y esponjosos.
¿Conoces otros tipos de harinas e ingredientes? ¿Dónde lo compras?

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Pastel de gloria sin azúcar ni harinas


Llevo varios años quedándome con las ganas de comer huesos de santos en día 1 de noviembre. Pero es que el mazapán que llevan a ido perdiendo calidad, al poner, en casi todos los sitios, mucha más azúcar de la que llevaba la receta original, así que no pago a precio de oro endulzantes refinados malísimos para mi salud. Así que me puse a pensar que no debía ser demasiado difícil hacer mazapán bueno, de calidad, y si encima lo hago con un edulcorante natural aquello tendría que ser la perfecta indulgencia. Así que me puse manos a la obra. Estuve mirando muchas recetas, todas con azúcar, donde saqué en claro que los buenos mazapanes tenían la proporción 1:1, es decir, una parte de almendras y una parte de azúcar, que yo sustituiría, en esta ocasión, por tagatosa. Una receta que me gustó bastante fue la del blog "Me gusta estar bien" y su receta Mazapán para Julia, así que decidí hacer mis mazapanes pero rellenos de dulce de boniato, o sea, unos pastelillos de gloria. Os cuento como lo hice.
 

Ingredientes:

Para el mazapán:

  • 300 g de almendras molidas
  • 90 g de tagatosa
  • 2 huevo
  • 2 cucharsadas de agua con estevia (opcional lo de la estevia)
  • 1/2 cucharadita de canela
  • Ralladura de limón

Para el dulce de boniato:

Primero se hace el dulce de boniato, pasándolo por la batidora con el edulcorante y la canela, (solo un poco) y se guarda en el frigorífico durante, al menos, una hora. 
Para hacer el mazapán se puede utilizar una amasadora o bien hacerlo con las manos. Se pone en un recipiente las almendras molidas, la ralladura de limón (sin que llegue a la parte blanca del limón), la canela, la tagatosa, y el agua, removiéndolo todo. Yo hice una infusión de hojas de estevia y le puse ese agua. También se le puede poner agua del grifo, o agua de rosas o azahar si se le quiere dar un toque más aromático. A continuación se separan las claras de las yemas (que se reservan para luego) y se baten un poco. Se incorporan las claras a la mezcla y se mezcla todo muy bien. Si lo haces con una amasadora la mezcla se hará de manera homogénea y si lo vas a hacer manual te recomiendo que hagas el amasado con la mano, de esta manera se integran mejor todos los ingredientes. Después se mete en la nevera la masa durante, al menos, 30 minutos.
Una vez que ha reposado en el frigorífico, sacamos el mazapán para darle forma. A mi se me pegaba bastante, por lo que utilicé un papel film para poder extenderlo. Se va cogiendo pequeñas cantidades de mazapán y se coloca en el plástico. Con un rodillo húmedo (para que no se pegue) se extiende la masa hasta conseguir, más o menos, un rectángulo. Corta los filos para hacerlos rectos, más o menos con unas medidas de 8-10 cm de ancho. El largo no es importante porque lo cortaremos en porciones. Cuanto más largo, lógicamente, más porciones saldrán. Con la manga pastelera con una boquilla gorda se pone el dulce de boniato en el centro, que quede generoso pero que al cerrar el rulo no salga el relleno. Y, con la ayuda del film, se hace un rollo, más o menos como los de sushi. Con un cuchillo muy afilado, se cortan las porciones, más o menos iguales y se van colocando en una rejilla de horno donde le habremos puesto un papel de hornear.
Hacemos la misma operación con el resto de la masa: se estira, se corta en rectángulo, se rellena, se hace el rulo y se cortan las porciones.
A mi me salieron como 24 porciones, pero dependen del tamaño que las hagáis.

Una vez que todos los pasteles están en la rejilla, se pintan con una brocha de repostería con la yema que habíamos reservado.
Con el horno precalentado con calor arriba y abajo, se ponen a 160 ºC unos 10-12 minutos. Tened cuidado, porque las temperaturas y tiempo en cada horno es diferente y la yema tiende a quemarse con facilidad (ya a mi me ha pasado), así que os recomiendo que acompañéis a los pastelitos en todo su proceso de horneado, así controláis como lo queréis de tostado. Dejad que se enfríen en una rejilla. Guardarlo en un recipiente cerrado, a los dos días más o menos se quedan más blanditos, buenísimos, justo con la textura de los mazapanes que se compran.
El resultado me ha encantado y a mucha más gente que los ha probado.  Es un dulce con unos ingredientes sanísimos y un sabor espectacular.
Ya sabéis, en estas Navidades dejaos de turrón de chocolate... Pasteles de Gloria sin azúcar.
 
Y vosotr@s, tenéis algún dulce o postre que llevéis tiempo prohibiéndooslo?

 

martes, 12 de noviembre de 2013

Edulcorantes naturales: Aléjate del azúcar y acércate a lo sano

Aunque lo ideal es acostumbrarse al sabor natural de los alimentos y bebidas sin necesidad de endulzarlos, a veces resulta necesario darle un toque de dulzor, sobre todo porque estamos acostumbrados y, en ciertas ocasiones, enganchados a lo dulce.
Si queremos adelgazar o somos diabéticos, no nos queda más remedio que evitar el azúcar. Yo diría más: si nos preocupa nuestra salud y la de los nuestros tenemos que abandonarla para siempre.
Lo más extendido hasta la actualidad ha sido el uso de edulcorantes químicos, tipo sacarinas, aspartamo, etc. Se ha comentado mucho acerca de la posibilidad de que provoque cáncer u otras enfermedades, aunque, hoy por hoy, no ha habido estudios que demuestren este echo (1). La peligrosidad de estos edulcorantes está a nivel metabólico y hormonal. Lee mi anterior post sobre las bebidas light .
Por suerte, hay muchas alternativas naturales hoy en día en el mercado. Y todo lo que sea natural es mucho más sano, por lo que hay que tomarlos en cuenta y utilizarlos siempre que se pueda.
Si tienes diabetes debes evitar el azúcar en cualquiera de sus versiones, bien sea refinada, morena o integral. Además, la miel y las melazas de cereales tampoco son nada aconsejables para quien sufre esa enfermedad. Por supuesto, debes consultar a tu médico sobre que endulzante te puede venir mejor y no se vea perjudicada tu salud.
Los que yo, hoy por hoy, recomiendo son los siguientes:
  • Estevia: Es de origen Paraguayo y se está empezando a extender su uso. Ya se comercializa con líquido, polvo y pastillas, aunque su manera de uso más natural es directamente de la planta. Las hojas son las que tienen el poder endulzante, 20 o 30 veces superior al del azúcar pero es apta para diabéticos y para los que queramos cuidar nuestra salud y nuestro peso, ya que ayuda a disminuir los niveles de glucosa en sangre. El Departamento de Endocrinología y Metabolismo del Hospital Universitario a Aarthus, en Dinamarca, determinó que la stevia actúa sobre las células beta del páncreas estimulando la producción de insulina de forma natural. En la actualidad se realizan estudios sobre los efectos de la stevia en la diabetes tipo 1, insulina dependiente. Además de su uso como edulcorante, esta planta nos puede aportar otros beneficios como:
  1. La stevia es beneficiosa para las personas hipertensas. La División de Medicina Cardiovascular de la Universidad Médica de Taipe, en Taiwán, ha determinado que la stevia actúa como hipotensor y cardiotónico, es decir, regula la tensión arterial y los latidos del corazón. La stevia es también vasodilatadora.
  2. La stevia es un poderoso antioxidante unas 7 veces más potente que el té verde.
  3. La stevia es bactericida y se utiliza en dentífricos y chicles para prevenir la caries dental por su acción antibiótica contra la placa bacteriana.
  4. La stevia combate ciertos hongos, como el Cándida Albicans, que causa vaginitis.
  5. La stevia es un diurético suave que ayuda a disminuir los niveles de ácido úrico.
  6. La stevia tiene efectos beneficiosos en la absorción de las grasas, es antiácido y facilita la digestión.
  7. La stevia contrarresta la fatiga y los estados de ansiedad.
  8. Mejora la resistencia frente a gripes y resfriados.
  9. Es cicatrizante y bactericida en aplicaciones contra quemaduras, heridas, etc.
 Se puede comprar en herbolarios. Yo, por ahora, no lo he comprado, pero pronto iré a buscarla y ya os cuento precios y formatos.
  •  Sirope de agave: Este jarabe denso, de aspecto parecido a la miel, se extrae de la pulpa de una plata mejicana. Parece ser que los incas y aztecas ya lo utilizaban. Tiene bajo índice glucémico, es decir, no causa un aumento drástico de los índices de glucosa. Todavía tengo que investigar más sobre este edulcorante, así que ya le dedicaré otra entrada más adelante. Se venden en herbolarios y su precio es de 6 €. 
     

  • Sirope de arce: El Acer saccharum es la especie de árbol utilizado para la extracción de la savia. Este jarabe no lo he usado aún, así que tengo poco que contar aún de él. Como he dicho con el de agave, seguiré investigando.
  • Tagatosa: Ya comenté en el post "¿Y que es eso de la tagatosa?" las ventajas y propiedades de este edulcorante. Hoy por hoy es el que más utilizo y, por ahora, me sigue convenciendo mucho. La pueden consumir niños y embarazadas. De venta en herbolarios, precio aproximado 8.50 €/500 g.
 
  • Sucralosa: Este endulzante no es un producto natural, no se encuentra en la naturaleza. Se elabora a partir del azúcar pero ésta es modificada químicamente. La incluyo en ésta lista porque he leído muchas cosas buenas sobre ella, como que el cuerpo no la reconoce como azúcar ni como otro hidrato de carbono, por lo que pasa por el cuerpo sin alterarse, ni metabolizarse y se elimina totalmente después de consumida.  Por este motivo los diabéticos pueden consumirla. No tiene efectos en la utilización que hace la sangre de la glucosa, en el metabolismo de los hidratos de carbonos ni en la producción de insulina. Pueden consumirla las embarazadas.

Por supuesto, dentro de la categoría de naturales, está la miel y la melaza, que yo no utilizo simplemente porque elevan mucho la glucemia.
Aún tengo mucho que indagar sobre estas sustancias dulces y, creedme, que lo voy a hacer.
 
¿Qué sueles utilizar tu para endulzarte la vida?
 
(1) Enlaces interesantes sobre los estudios de los edulcorantes artificiales y el cáncer :

domingo, 10 de noviembre de 2013

Pastel de boniato y coco con cobertura de chocolate

 
Nuevamente os traigo un postre con boniato, camote o batata, porque me parece que están buenísimos, necesitan muy poca endulzante, ya que de por sí ya están dulces, y tiene bastantes propiedades nutricionales por lo que lo hacen ser una opción muy sana. Además ahora se encuentran a muy buen precio, por lo que podemos hacer un dulce riquísimo por muy poco dinero.
Hoy el postre es bastante sencillo. Se trata de un pastel de boniato y coco, al que le he puesto una cobertura de chocolate negro. Mi amiga Marga odia el coco, por lo que siempre que lo utilizo en alguna de mis recetas me acuerdo mucho de ella, jejeje.

Ingredientes (para un molde de plum cake de 1.5 l de capacidad):

  • Para el pastel:

  • 500 g de boniato o batata cocido
  • 50-70 g de coco rallado (según gusto)
  • 1 huevo ecológico grande
  • 2 cucharada de jarabe de ágave ( o de azúcar u otro edulcorante al gusto). Recordad que a mi los postres no me gustan muy dulces, por lo que tendréis que adaptarlos un poco a vuestro gusto.
  • Para la cobertura:

  • 100 g Chocolate para fundir, tipo nestlé (queda una cobertura generosa)
  • Un chorrito de leche de coco, whisky o leche normal.
Cocemos los boniatos con su piel tal y como expliqué en la receta de las bolitas de boniato y almendra y hacemos el puré. Esperamos que se enfríe para añadir el resto de los ingredientes.
Añadimos el huevo batido, el coco, el endulzante elegido y removemos bien, con movimientos envolventes, para que se mezcle todo de forma homogénea. En un molde engrasado, se mete la mezcla, aplanando bien para que quede con bonita forma.

Con el horno precalentado a 180 ºC, con calor arriba y abajo, se introduce el molde y se deja hornear aproximadamente unos 20 minutos. Es difícil saber cuando está hecha, porque el pastel sigue quedando muy blandito, pero con ese tiempo ya es más que suficiente para que el huevo que contiene se cocine. Recuerda que si usas tagatosa no deberás sobrepasar los 160 ºC y, quizás, necesitarás un poquito más de tiempo de horneado. Cuando ya esté hecho, se saca del horno y se deja enfriar en una rejilla. Se desmolada cuando se haya templado.

Para hacer la cobertura, en un cazo al baño María se funden los 100 g de chocolate. Si no te gusta el amargor del chocolate negro o tienes niños, puedes agregarle un poco de endulzante (azúcar o edulcorante).  Yo le puse un chorrito de leche de coco, para aligerar un poco la densidad del chocolate. Puedes ponerle también whisky (le da un sabor muy particular), leche de cualquier otro tipo o, simplemente, dejar el chocolate como está.
Para decorarlo debes esperar a que el pastel esté totalmente frío. Se vierte el chocolate por encima y con una paleta se distribuye bien por todo el pastel. He de decir que cuando terminé de hacer este paso me pareció que tenía un pinta horrenda, ajaja, pero cuando la cobertura se enfrió y lo decoré la cosa cambió bastante, ¿no creéis?
Espero que os guste.
Cualquier comentario será bien recibido.

jueves, 7 de noviembre de 2013

Bolitas de boniato y almendras

 
Recuerdo cuando mi madre nos hacía boniatos cuando éramos pequeñas, y ese  olor a canela y clavos cuando los estaba cociendo me transporta a mi casita y a mi niñez. Por eso siempre los asocio a tarde hogareña de otoño.
También me acuerdo de cuando mi sobrino Alejandro probó por primera vez un poco de esta batata, tenía tan solo 8 meses, y soltó un sonoro "mmmmmmmmmmm", que expresaba lo dulce que está este tubérculo. Y como mi objetivo es encontrar y hacer dulces lo más sanos posible, obviamente, no podía faltar una receta hecha con boniato, batata o camote.
 
Los boniatos son familia de las patatas, pero nutricionalmente son muchos más completos. Son muy ricos en vitamina E y tienen muchas propiedades antioxidantes. Además, su índice glucémico es menor que el de las patatas y poseen muy pocas grasas.
Tienen mucho hierro y potasio, así que están indicados en caso de anemia. Sirven también para el mejor desarrollo del feto en mujeres embarazadas. Posee también una alta cantidad de vitamina A, como su prima la zanahoria.
También poseen varias vitaminas del grupo B, por lo que son buenas para contrarestar el estrés diario.

Ingredientes:

  • 500 g de boniato, batata o camote.
  • 1 huevo
  • 60 g harina arroz
  • 3 cucharadas de jarabe de agave o 3-4 cucharadas de azúcar o 2 cucharadas de tagatosa o, si lo prefieres, aprovecha el dulzor natural.
  • 100 g de almendras en polvo
  • Almendras enteras y/o almendras en cubos (opcional)
  • Canela, clavos.
 
 
 
Se cuecen los boniatos enteros con la piel en agua con una ramita de canela y 6 o 7 clavos. Yo utilicé la olla express y tardé en cocer 2 boniatos de 500 g cada uno unos 20 minutos.
Cuando estén blanditos, se sacan y se espera que se enfríen para poder quitarles la piel.
 
Una vez pelados y fríos, se machaca muy bien con un tenedor o se utiliza una batidora, hasta conseguir una pasta homogénea. Se bate un huevo y se incorpora, así como la harina de arroz, el edulcorante (si se quiere) y parte de las almendras en polvo. Se mezcla todo muy bien y se mete unos 30 minutos en la nevera para poder manejar bien la mezcla al hacer las bolitas.
 
Las bolitas se hacen como si hiciéramos croquetas. Con las manos bien limpias, se va cogiendo con una cuchara trocitos de la mezcla y se moldea. Se reboza en almendra en polvo y se ponen en un molde para trufas.
 
Para hacer la siguiente te aconsejo que las manos estén limpias, sin restos de mezcla si no resultará imposible poder manejarla. Y ya está, una a una se van haciendo las bolitas.
 

Para decorarlas, a algunas les puse una almendra entera y otras presioné la parte superior de las bolitas en un montoncito de almendras cortadas en cubos.
Con el horno precalentado a 170 ºC, con calor arriba y abajo, se dejan hornear durante unos 10 minutos o hasta que se vean doraditas las bolitas.
En mi casa duraron poquísimo. Ha sido nuestro desayuno en estos días. Además de estar buenísimas, son muy sanas. Espero que os guste.
 
 ¿Cómo se comen los boniatos en tu casa?
 
En una cajita de galletas puede ser el regalo ideal para una tarde de merienda

miércoles, 30 de octubre de 2013

Tarta-cuajada de manzana



Mi amiga Marisa me pidió una receta de tarta de manzana y yo ya llevaba tiempo queriendo hacerla. Esta tarta, con consistencia y textura de flan o cuajada, la probé en una reunión familiar, obviamente en su versión con harina de trigo y azúcar. Me encantó y rápidamente pedí a la cocinera la receta y la he hecho sin azúcar ni gluten, con un resultado que no tiene nada que envidiar a la original.
 
 

Ingredientes:

60 g de harina de Arroz
40 g de maicena
4 huevos ecológicos (son los que últimamente estoy consumiendo)
30 g de tagatosa
3 manzanas dulces
3/4 l de leche
Canela
Piel de limón
Cardamomo (opcional)
 
 
En la receta "original" me dijeron que había que utilizar un vaso de harina y otro de azúcar. Yo iba a usar un vaso de mi mezcla de harinas (200 g) y la mitad de tagatosa (100 g o 75g), pero me sobró bastante, por lo que recalculé las medidas. También supongo que depende como de grande quieres tu tarta-cuajada. A mi me salieron dos como la que veis en la foto.
Se calienta la leche con la canela, el cardamomo y la piel de limón, de manera que coja todo el sabor, más o menos como hacer leche merengada. Una vez que esté fría (esto es muy importante), se cuela y se bate e ella los 4 huevos.
Se pela y corta en "gajos" la manzana, reservando las que se vean más bonitas para ponerlas por encima.
 
La manera en que se hace es por capas, os explico. En un molde previamente engrasado se espolvorea tagatosa o azúcar (yo le puse un chorrito de jarabe de ágave) para que al calentarse se quede como caramelo líquido. Después se pone otra capita de harina, manzanas cubriendo la harina y por ultimo, se vierte la leche con el huevo hasta que cubra un poco las manzana... y vuelta a empezar: tagatosa o azúcar, harina, manzana y leche... tantas capas como nos permita el molde que usemos.
Por último, se termina con una capita de nuestras mejores manzanas.
En el horno, previamente precalentado a 160 ºC con calor arriba y abajo, se mete la tarta cuajada y se deja durante unos 45 minutos o hasta que al meterle un "pincho" salga limpio. Mucho cuidado de que las manzanas de la capa de arriba no se quemen, ya que dará un sabor y aspecto no muy agradable.
Y es todo. El resultado es una tarta ligera, suave, tierna, buenísima. Espero que lo disfrutéis y que os guste tanto como a mi.

domingo, 27 de octubre de 2013

Galletas especial Halloween (sin huevos ni leche):Dedos sangrientos de brujas.


Madre mía!! quien me ha visto y quien me ve? Con lo que yo he despotricado de Halloween, diciendo que es una fiesta yanqui, que no tenemos personalidad, que en mi pueblo es "to santos" y no necesitamos importar tradiciones de otros países... y hoy me sorprendo haciendo unas galletas terroríficas al más puro estilo americano. Pero es que buscando recetas con frutas y verduras de temporadas no he podido evitar caer en recetas para Halloween y, cuando vi estas galletas, no me pude resistir.
Pensé en el fracaso culinario que tuve con mis primeras galletas pero no me dejé amedrentar, a pesar de que algún que otro de mis amigos pensó que los dedos me iban a salir horrorosos y se sorprendieron viendo los resultados. Y es que estoy super contenta por como han quedado, por el sabor de la galleta en sí y por la forma tan tenebrosa (aunque me parecen muy graciosas en realidad).

Ingredientes:

  • 100 g harina de arroz
  • 100 g harina de maicena
  • 100 g harina de yuca o mandioca agria
  • 100 g de almendras molidas
  • 1 cucharadita de levadura
  • 1/2 taza de jarabe de arce (o media taza de azúcar)
  • 1/2 taza de aceite de girasol
  • 1 cucharadita de vainilla en polvo
  • 1 cucharadita de esencia de almendras (opcional, yo no le puse)
  • 1/2 cucharadita de sal
  • Almendras crudas
  • Gel comestible rojo o mermelada de fresa.
 
 Se hace la mezcla de harinas junto con las almendras molidas, la vainilla en polvo, la sal y la levadura. Se vierte en ellas el aceite de girasol y el jarabe de arce y se mezcla muy bien, primero con una paleta o cuchara y después se trabaja con las manos.
Cuando todo esté bien mezclado y amasado, se hace una bola y se envuelve en un papel film transparente, metiendo la masa, al menos 30 minutos en la nevera.
Una vez endurecida procedemos a hacer los dedos. Para aquellos/as que no se os de demasiado bien las manualidades (como a mi) hay numerosos vídeos en YouTube de gente haciendo estos dedos.
 
De todas maneras, no tienen mucha ciencia. Se hace un cilindro de masa, con la punta un poco redondeada. Con un cuchillo se corta una cuña donde debe ir la uña, para dejar el extremo más delgado que el resto del dedo. Sobre la mitad, más o menos, se presiona por arriba y por abajo para simular un nudillo huesudo. Con un cuchillo o palillo se hacen unas rayitas en los nudillos y bajo la uña.  Si se quiere, se puede poner una almendra al final del dedo, en el lado opuesto a la uña, para simular un huesito. Se coloca la almendra que será la uña y se hace lo mismo con el resto de la masa.
Mi masa no quedó muy maleable. Me imaginé que quedaría como plastilina, pero se desmoronaba un poco, así que hacer los dedos fue una tarea más complicada. La forma la tuve que dar mientras iba presionando la masa para que no se deshiciera, pero el resultado fue bueno.
Se hornea durante 15 minutos a 160ºC con el horno precalentado y con calor arriba y abajo. De todas maneras esto depende de cada horno. Es importante que estén bien cocinados pero que no estén demasiado tostados, para que dé un aspecto más tétrico.
 
Una vez que se hayan sacado del horno y se hayan enfriado, se procede a decorarlas. Con un gel o mermelada de fresa, se pone un poco alrededor de la uña y en el otro extremo, para parecer que ha sido arrancado de la mano (asqueroso, ¿verdad?).
Y ya tenemos listos nuestros dedos sangrientos de bruja, o de muerto, o de quien se te ocurra, jeje.

 
Cuando estaba terminando de hacer las galletas me acordé mucho de mis padres. En San Fernando, de donde yo soy, son muy famosas las tortillas de camarones y se hacen friendo una masa que se vierte a cucharadas en la sartén, para hacer pequeñas tortillas. En mi casa, mi madre o últimamente mi padre que es el que las fríe, cuando ya queda poca masa, generalmente, uno está cansado/a de hacer tortillas, por lo que termina echándola toda y haciendo una gran tortilla a la que le solemos llamar "la tortilla de la madre" (o del padre, dependiendo de quien la haga), que denota que ya estaba harto de hacer tortillas. Pues bien, os cuento todo esto porque a mi me pasó lo mismo. Y con el final hice, "el dedo de la madre" y una araña, porque ya estaba cansadísima de formar pequeños dedos, jejeje.
 
 
¿Vas a hacer algo especial para Halloween, "to santos" o día de los difuntos?

miércoles, 23 de octubre de 2013

Tarta de chirimoyas (sin huevo, ni lactosa)

 
Este domingo mis padres nos invitaron a comer a un restaurante que está cerca de mi casa. Pensé en los postres de ese lugar: Tartas, natillas, flanes... todo casero, mmmmm!!! pero de pronto me vino una colleja sin manos en forma de "azúuuucar, harinas de trigo, gluten..." y automáticamente se me pasaron las ganas. Como estoy en la labor de concienciar a toda mi familia, pensé en hacer un dulce "sano y natural" de los míos y, sutilmente, aprovechando la cercanía, proponer tomar el postre en mi casa junto a un té de Uganda que me había traído de mi último viaje.
Así que, casi con la hora encima, me puse manos a la obra con lo que tenía en casa, que en este caso eran unas chirimoyas muy maduras que había que consumir rápidamente. Se me encendió la bombillita y salió esta ricura.
 

Ingredientes:

  • 2 chirimoyas maduras (admite más, como 4, pero yo no tenía)
  • 100 g de harina de arroz o 150 g de harina de trigo
  • 50 g de harina de maicena
  • 1 sobre de gasificante doble (del mercadona)
  • 2 cucharadas de tagatosa o 4-5 de azúcar (depende de lo dulce que te guste)
  • 200 ml de nata vegetal
  • 50 ml de aceite de girasol
  • Un chorrito de leche de coco (o de cualquier otro tipo)
Primero y más tedioso, es despojar de las semillas a las chirimoyas y las reservamos.
Se mezclan los sólidos por una parte y los líquidos por otro, incluyendo las chirimoyas que se baten con la nata, el aceite y la leche de coco. Se incorpora los sólidos y se obtiene una masa homogénea.
Se engrasa un molde (yo utilicé mantequilla, pero se puede utilizar cualquier grasa que se quiera).
Con el horno precalentado con calor arriba y abajo, se hornea a 160 ºC (por la tagatosa) durante 30 minutos. Si utilizas azúcar y/o harina de trigo puedes ponerlo a 180ºC, se hará en menos tiempo.
 
 
Y el resultado fue excelente. Todos comieron mi bizcocho y les gustó bastante. Y mi padre, que era el que más "miedo" me daba, por su trayectoria de panadero profesional y repostero doméstico, me dio su visto bueno, por lo que me puedo poner ya una medallita, jejeje.
 
Espero que lo disfrutéis tanto como yo.
¿Te has animado ya ha hacer alguna receta? Por favor, comparte tu experiencia conmigo, me hace mucha ilusión.

domingo, 13 de octubre de 2013

Pan de ajo y pan de tomate y pimientos

 
 
El otro día tuve una reunión con unas amigas para almorzar en casa de una de ellas y cada una decidimos llevar una cosa. Comimos raclette, que es un queso suizo que se hace en una parrilla eléctrica y se acompaña de patatas cocidas y embutidos. Yo decidí llevar una buena ensalada y, como no, pan sin gluten para acompañar al quesito y, de paso, para que ellas probaran el sabor de ese pan.
Pensé que hacer un pan de este tipo así, sin añadirle ningún condimento, iba a resultar demasiado "duro" para gente que está acostumbrada a un pan normal y que iban a notar demasiado ese sabor particular que tienen los panes sin gluten. Por tanto, me decidí a tunearlos un poquito y el resultado fue espectacular.
Quien coma pan normal y acostumbre hacerlo en casa, también tenéis una idea para salirse un poco de lo común.

Ingredientes para el pan de ajo:

  • 400 g de mezcla de harinas sin gluten panificable (tipo beiker, Schär, Proceli). Yo utilicé Proceli.
  • 320 ml agua
  • 16 g levadura fresca
  • 100 g mantequilla sin sal
  • 2 dientes de ajos gordos o 3 pequeños
  • una pizca de sal
  • unas ramitas de perejil
Se pone la harina en un recipiente. El agua la suelo meter unos 30 segundos al microondas para que se ponga tibia y en ella disuelvo la levadura.
En una picadora se ponen los dientes de ajos, la mantequilla y las hojas de perejil y se tritura todo a la vez obteniendo una mantequilla con un bonito color verde. La cantidad de ajo depende del gusto de cada uno. A mi me gusta que sepa mucho y con 2 dientes gordos se hacía muy notable el sabor. Si solo quieres un ligero "gustillo" pon menos cantidad.
Al recipiente con la harina se le vierte el agua con la levadura disuelta, la mezcla de mantequilla, ajo y perejil y, si se quiere, un poquito de sal. Esta mezcla de harinas ya tiene sal, pero para mi gusto un pelín más no le sobra.
 
Con una espátula de silicona (o cuchara de madera si no tienes), se mezclan todos los ingredientes hasta que se vaya formando una masa mas o menos uniforme. En este punto, con las manos húmedas ve amasando para que se mezcle bien todo. Esta mezcla es muy pegajosa y tiende a quedarse pegada en las manos, para poder seguir manejándola basta con mantener siempre las manos húmedas.
Se le da la forma deseada y se deja reposar más de una hora en un sitio, a poder ser, cálido.
Con el horno precalentado, hornear a 180 º con calor arriba y abajo durante 25 minutos aproximadamente. Yo le puse la función de ventilador.

Ingredientes para el pan de tomate y pimientos

  • 400 g de mezcla de harinas sin gluten panificable (tipo beiker, Schär, Proceli). Yo utilicé Proceli.
  • 4 tomates medianos bien maduros
  • 16 g levadura fresca
  • 1 pimiento verde mediano
  • una pizca de sal
  • un chorrito de aceite
  • agua
Primero se pelan los tomates y se cortan en trozos. Con la ayuda de una batidora se baten bien hasta obtener un zumo. Se le agrega agua hasta llegar a tener 320 ml de líquido. Se tibia un poco en el microondas y se le diluye la levadura y se le agrega un chorrito de aceite y sal.
Se lava bien el pimiento y se trocea en cuadritos pequeños. Se reserva.
En un recipiente se pone la harina y se le echa el pimiento troceado. Se remueve bien para que se reparta. Se vierte en líquido y se mezcla muy bien con la espátula como se ha explicado antes, y después, de la misma manera, amasando con las manos.
Se le da la forma deseada y se deja reposar más de una hora en un sitio, a poder ser, cálido.
Con el horno precalentado, hornear a 180 º con calor arriba y abajo durante 25 minutos aproximadamente.



Y ya veis el resultado. Un pan esponjoso, lleno de sabor y que va bien con cualquier cosa. A mi, particularmente, el de ajo me encantó.

 
¿Qué otros panes con sabores habéis probado que os gusten? Yo recuerdo los que traía mi padre del horno donde trabajaba, unos con trocitos de ajos y otro de cebolla... mmmm, riquísimos!!



jueves, 10 de octubre de 2013

Bizcocho vegano (sin huevo, leche) de uvas de temporada

 
Tengo la gran suerte de que el otro día me regalaran uvas recién cortadas de la parra. Como no soy muy de comer fruta (lo sé, tengo que darme una colleja por ello), me iban a sobrar bastante, así que pensé en hacer un bizcochito para la merienda. Como el bizcocho vegano de naranja y chocolate me consta que tuvo mucho éxito, he querido probar otro con uva. Como hice en la anterior entrada, voy a poner los ingredientes para un bizcocho "normal". Así que manos a la obra.

Ingredientes:

  • 150 g de harina de arroz o 250 g de harina de trigo
  • 75 g harina de maicena
  • 350 ml zumo de uva (son aproximadamente medio kilo de uvas)
  • 35 ml de aceite de oliva o girasol
  • 30 g de tagatosa o 60 g de azúcar
  • 10 g de levadura en polvo
  • uvas para decorar

Lo primero que se hace es obtener el zumo de uva. Para quien tenga licuadora es bien fácil. Y si no tienes te voy a comentar un truquito, ya que si utilizamos la batidora se molerán también las pepitas y termina amargando un poco. Se ponen las uvas en una jarra, sin las ramitas, y con una cuchara o cucharón se empiezan a estrujar bien fuerte. Cuando sea difícil machacar más, se mete la mano bien limpia y se estrujan las uvas que vayan quedando más o menos enteras. Es una manera fácil y sencilla de obtener un zumo sin licuadora. Después se cuela y ya tenemos nuestro jugo de uvas.
En un recipiente se ponen las mezclas de harinas, la tagatosa o azúcar y la levadura. Se le añade el zumo, el aceite y se mezcla todo bien con una batidora.
En un molde engrasado se vierte la mezcla. Yo escogí las uvitas más pequeñas que no tenían pepitas y las agregué a la mezcla y, después, para decorar, se corta por la mitad varias uvas, se les retira las pepitas y se les pone por encima.
Con el horno precalentado a 160º, con calor arriba y abajo, se deja hornear durante 45-50 minutos.
 
Y el resultado... mmmmmmmmmmmmmmmm!!!
El zumo de uva al ser muy azucarado se deposita en la base del bizcocho y le da un aspecto de "borracho" pero que de sabor esta buenísimo.
Nuevamente, un bizcocho riquísimo, sin huevo, sin leche, sin azúcar y sin gluten, fácil de hacer y que, en mi casa, duró tan solo una tarde.
 
¿Te has animado ya a hacer algún bizcocho? Vamos, cuéntamelo y anímate a subir tu foto.