Hace no mucho leí un artículo en el País llamado "Las mejores catástrofes culinarias de Pinterest". Para quien no lo sepa, Pinterest es una red social donde la gente cuelga fotos de creaciones, muchas culinarias, perfectas y preciosas. Me reí muchísimo leyendo ese artículo en su día. Pues bien, hoy no me rio tanto porque me siento totalmente identificada con los desastres culinarios y, aunque mi receta no se asemeja al vómito de un dinosaurio como otras del artículo, he de reconocer que se me ha quedado cara de pimiento frito cuando me he visto incapaz de llevar a cabo estas monísimas caritas de búhos. Os cuento la historia...
Tal y como le pasó a la autora del blog Tarta sin gluten, desde que vi en su blog y en otros muchos estas galletitas tan monas quise hacerlas sin dudarlo. No me parecían difíciles y el resultado era bastante aparente. "Voy a triunfar con ellas", pensé, además de las bromas típicas que conllevarían al yo ser bióloga y hacer galletas de animalitos. Y nada mas lejos de la realidad.
Sí que es cierto que no disponía de todas las harinas, la de almidón agrio, si recordáis mi entrada de las compras, no pude encontrarlo, por lo que no la incluí.
Es que mirad que monas les salieron a ella |
Así que mi gozo en un pozo... Ni os pongo la receta!!!. Tal y como hice la masa de las galletas e intenté darle forma y estirarlas se desmenuzaba en miles de granitos que me hacían imposible manejar.
Así que desistí hacerlas tan cuquis y, por lo menos, aprovechar la masa haciendo unas galletas clásicas, por lo que les pegué las gotas de chocolate en la superficie con más o menos gracia. Pero estaban súper sosas, no sabían dulces, ni a naranjas... aunque hubo algunas personas que me dijeron que no estaban mal e incluso no tuve que tirarlas, pero de lo deseado a lo obtenido...
Ni hice fotos del mosqueo que tenía, de lo cual ahora me arrepiento porque, al menos, os hubiera arrancado una sonrisa haciendo la comparativa.
Eso si, no me voy a rendir tan fácilmente y esta que está aquí os trae los búhos tarde o temprano así tenga que poner un reclamo, redes japonesas o tenga que traer al más famoso ornitólogo mundial.
Cuidaos todos/as... naturalmente.
jajaja, conozco esa sensación de que la presentación quede como un churro!
ResponderEliminarIgual no tenían parecían búhos, pero seguro que estaban deliciosas!
Ánimo!
Gracias, lo volveré a intentar, eso está claro. Ninguna galleta podrá conmigo, ajaja.
ResponderEliminarUn saludo
El secreto para no frustrarse es no pretender imitar la receta original, sino inspirarse en ella. Así, en vez de "galletas de búhos", tu receta hubiese quedado perfecta si la hubieses denominado "amasijo de galletas inspirado en las aves nocturnas de los bosques".
ResponderEliminarAjajaj, pues sí, Ana, lo tendré en cuenta para la próxima vez.
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