Siempre que le digo a mis amigos y conocidos que tengo un blog sobre consejos y recetas libres de gluten y de azúcar todos me preguntan: "¿es que eres celiaca?" "¿O diabética?" o "¿que ventajas tiene no tomar gluten?".
No soy celiaca, ni tengo una sensibilidad al gluten, ni soy diabética... simplemente decidí disminuir notablemente mi consumo de alimentos procesados, entre los cuales se encuentran las harinas blancas (la más ampliamente comercializada es la de trigo) y el azúcar. Eso, unido a una dieta baja en carbohidratos (cereales, legumbres, pasta), me llevaron a leer mucho acerca del gluten y sus efectos.
¿Qué me llevó a tomar esta decisión?
Hay que tener en cuenta que muchas de las calorías que ingerimos y que nos vende la industria alimenticia, son calorías vacías, que no alimentan nuestro cuerpo.
Hoy en día, para hacer más apetecible y fácil de comer un alimento, previamente se le suele "refinar", quitándole las fibras naturales que poseen y que son las que reducen el colesterol, combaten el estreñimiento y proporcionan unos minerales que solo están presentes ahí. Además de eso, la industria alimentaria lo llena de químicos para blanquearlo (como en el caso del azúcar y de las harinas) o de aditivos para "mejorar" su sabor y textura.
¿Qué ocurre con esto? Que terminamos comiendo alimentos con un alto porcentaje de hidratos de carbono (azúcares) que no nos aportan otro beneficio. Estos alimentos refinados disparan nuestros niveles de azúcar en la sangre y promueven la resistencia a la insulina, causando diabetes y otras enfermedades.
Por otro lado, la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE) estima que en
España hay unos 450.000 enfermos celíacos (he visto otras cifras que hablan de 800.000 e incluso 1.000.000) una de cada 150 personas, de los
que tan sólo se encuentra diagnosticado el 10 por ciento de los mismos.
Los síntomas más frecuentes son: pérdida de peso, pérdida de apetito, fatiga, náuseas, vómitos, diarrea, distensión abdominal, pérdida de masa muscular, retraso del crecimiento, alteraciones del carácter (irritabilidad, apatía, introversión, tristeza), dolores abdominales, meteorismo, anemia por déficit de hierro resistentes a tratamiento. Sin embargo, tanto en el niño como en el adulto, los síntomas pueden ser atípicos o estar ausentes, dificultando el diagnóstico.
En personas adultas puede provocar inapetencia, depresión, estreñimiento, abortos, infertilidad, cáncer digestivo y no asociarlos jamás a algo que estemos comiendo por lo que, dado que el gluten no es una proteína necesaria y que puede ser sustituida por otras de origen animal o vegetal, yo prefiero no jugármela y disminuir en tanto que se pueda su consumo.
Para mi no ha supuesto un cambio muy grande de mis hábitos de vida, ya que para ello me hago mis propios panes y dulces que sería lo que, en un momento dado, podría echar más en falta. También he de decir que no soy una persona que lleve sus decisiones sobre alimentación de manera extrema. Cuando me apetece o se tercia como cereales o pasta o un trocito de empanada o pan, sobre todo cuando estoy en la calle o me pilla en alguna comida o reunión con los amigos o familiares. No se trata de andar agobiada con lo que se come o deja de comer, se trata de vivir feliz manteniendo una buena calidad de vida y conservando el mejor estado de salud posible.
Por este motivo y para evitar las consecuencias que deriven de nuestras decisiones, es importante conocer los pros y los contras de los alimentos que consumimos para que así podamos individualmente decidir si vemos conveniente o no reducir el consumo de aquellos que puedan tener efectos negativos y aumentar el consumo de aquellos que tienen más beneficios para nuestra salud.
Y tu, ¿Crees que sería importante reducir o aumentar el consumo de algún alimento en tu dieta?
Hola verdeoxido, bienvenida a mi blog:
ResponderEliminarEfectivamente creo que la mejor dieta es la que nuestro sentido común nos vaya dictando. Nosotras, mejor que nadie, sabemos que es lo que a nuestro cuerpo no le sienta bien y, por tanto, debemos prescindir de ello.
A mi me encantan las legumbres, por ejemplo, pero considero que no me sientan bien, por tanto las he suprimido de mi dieta. Al igual que dices tú, a veces me apetece comer lentejas o un buen cocido y no me privo, lo que no hago es hacerlo de manera habitual. Lo mismo me ocurre con la pasta, el arroz y las patatas.
Veo que, más o menos, llevamos una línea de alimentación muy parecida. En este blog he querido centrarme en panes y dulces porque considero que son más difícil de "conseguir" sin gluten ni azúcar, pero si cocino alguna receta salada que considere que pueda ser de interés prometo publicarla también.
No creo que esto sea obsesión, creo que estamos "escuchando" a nuestro cuerpo y consumiendo lo que, por lo que leemos, nos informamos y experimentamos por nosotras mismas vemos que nos sienta mejor, que, al fin y al cabo, es el objetivo.
Por cierto, ¿Qué es el azúcar mascabado? Es la primera vez que lo oigo.
Saludos y muchas gracias por seguirme!!