martes, 25 de junio de 2013

Cupcake de quinua con cobertura de mousse de remolacha


Hola chic@s:
Después de un breve tiempo sin publicar vuelvo de nuevo con otra recetita. Ésta la tenía en "borrador" desde hace un tiempo, pero mis obligaciones últimamente me han hecho no poder publicarla hasta hoy.
Los cupcakes están de moda, eso está clarísimo, por tanto yo no quería dejar pasar la oportunidad de apuntarme al carro, eso si, como siempre adaptando las recetas con harinas sin refinar y sin azúcar.
Como siempre, con los ingredientes que compré al principio de meterme en esta aventura, empecé a "bichear" por la red a ver como podría aprovechar las harinas que tenía y la remolacha que me sobraron del paleobrownie. A través del grupo de Facebook 50.000 recetas para celiacos, llegué a la receta de Salomé de su blog "salado y dulce sin gluten" y me pareció una idea buenísima.

Ingredientes:

Para el cupcake:

  • 100 g de quinua cocida (viene siendo unos 50 g de quinua cruda)
  • 15 ml de aceite de oliva
  • 80 g de harina de arroz + 35 g de maicena
  • 35 g de tagatosa (o 70 g de azúcar)
  • 125 ml de leche (sustitúyelo por leche de avena o arroz)
  • 2 huevos
  • 1/2 cucharadita de vainilla o la raspadura de una vaina.
  • 2 sobres de gasificante (el blanco y morado del Mercadona)
  • 1/2 cucharadita de sal

Para la cobertura:

300 ml de nata para montar
300 g de remolacha
3 hojas de gelatina neutra
60 g de tagatosa (o 120 g de azúcar)

Primeros hacemos los cupcakes. Para ello, en un bol, mezclamos las harinas, la tagatosa o azúcar, los gasificantes, y la quinua cocida. En otro recipiente mezclamos los líquidos: aceite, huevo, leche y la vainilla. Incorporamos los líquidos en el bol de los sólidos y mezclamos todo bien con la ayuda de una paleta espátula o una cuchara. No utilizar la batidora, ya que perderíamos los granos de quínua que después darán un efecto muy interesante al cupcake.
Ponemos las capsulas de papel típicas para magdalenas en unos moldes especializados para ello. Yo tengo unos muy monos de silicona que me compré en Ikea a muy buen precio. Hay gente que no utiliza moldes, solo las cápsulas. Es otra opción, pero se pueden abrir y perder la forma de magdalena.
Rellenamos las capsulas a 3/4 de su capacidad y las metemos en el horno con calor arriba y abajo durante 20 o 25 minutos a 170º. Recordad que si usáis tagatosa no debéis poner el horno a más de 170º, ya que se notará un sabor amargo del edulcorante y nos estropearía cualquier dulce que hagamos.

Enfriando los cupcakes. Aproveché también
para hacer unas magdalenas

Mientras se hornean nuestros cupcakes hacemos la mousse de remolacha. Hidratamos la gelatina metiéndola en un recipiente con agua fría y la dejamos un rato. Trituramos, con la ayuda de la batidora, la remolacha y le incorporamos la gelatina, mezclándolo todo con la batidora.
En un bol, montamos la nata, ponemos la tagatosa y después, mezclamos con la mezcla de remolacha y gelatina. Queda un color rosa chicle precioso. Dejamos enfriar en el frigorífico hasta que vayamos a utilizarlo.

Una vez que nuestros cupcakes estén hechos (un poco doraditos por encima) se dejan enfriar totalmente a temperatura ambiente. Cuando vayan a ser consumidos, se cubren con una buena capa de mousse. Yo le espolvoreé cacao para decorar y a disfrutar!!!!
Espero vuestros comentarios a esta nueva receta.
Hasta la próxima.

martes, 18 de junio de 2013

Nuevas cositas nos esperan

Hola a tod@s:
Esta semana aún no he publicado nada, pero estoy preparando nuevas recetas y artículos.
Estoy en un curso que me está quitando gran parte del tiempo pero prometo volver muy pronto.
Mientras, os dejo un enlace a un vídeo donde habla de la importancia de la leptina para nuestro cuerpo. Pronto ampliaremos este tema.
Un saludo.

domingo, 9 de junio de 2013

Brownie de remolacha y cacao (paleobrownie), una auténtica delicia.

Últimamente estoy leyendo mucho sobre un tipo de dieta llamada "Dieta paleolítica", "paleodieta" o "dieta del hombre de las cavernas" (de la que en algún momento os hablaré en una entrada para que sepáis de que va). A grandes rasgos os comento que este tipo de dieta se basa en el uso de los alimentos que se disponían en la prehistoria como  carne, pescado, frutas, verduras, frutos secos y raíces, así mismo excluye granos, legumbres, productos lácteos, sal, azúcares refinados y aceites procesados.
Hay varios blog al respecto y navegando en la red en busca de recetas diferentes y naturales fui a dar con esta maravilla de la gastronomía en el blog de Eva muerde la manzana. Se trata de un fantástico, jugoso, tierno y sabroso brownie de remolacha y cacao que es, por ahora, una de mis joyitas desde que me he adentrado en este difícil mundillo de la repostería sana. Aprovechar el dulzor natural de ciertas frutas y hortalizas para endulzar los pasteles me parece una fantástica idea, evitamos consumir edulcorantes (o consumimos menos) y aprovechamos las propiedades nutricionales de estos ingredientes.
Esta receta se la dedico a mi amiga paleo moderna, ya que siempre le he dicho que intentaría hacer un dulce "paleo". Pues aquí está. Ella en su blog nos da información interesantísima sobre las propiedades de los alimentos, recetas para la dieta, entrenamientos... No dejéis de leerla.

Bueno, y sin más preámbulos os presento a la maravilla de la creación, el brownie de remolacha y cacao. Vamos a ver como se hace:

Ingredientes:

  • 3 remolachas cocidas
  • 3 cucharadas de leche de coco
  • 100 g de mantequilla a temperatura ambiente
  • 1 plátano maduro
  • 4 huevos
  • 1/2 cucharadita de vainilla
  • 4 cucharadas de cacao puro
  • 5 cucharadas de coco rayado
  • 1 sobre doble de gasificante (del mercadona)
  • 1/2 cucharadita de canela
  • 1,5 cucharada de tagatosa (el doble si es de azúcar)
  • un puñado de nueces.
Se pican las remolachas y, en un bol, se mezcla con la leche de coco, el coco rayado, la mantequilla, el plátano y la vainilla y se pasa por la batidora. Fijaos en el color tan espectacular que se le queda a la mezcla.

El color que aporta la remolacha a la mezcla es espectacular

En otro recipiente se mezclan los ingredientes que quedan y se incorpora a la mezcla anterior, excepto las nueces, y se pasa nuevamente por la batidora. Una vez todo mezclado, se les añade las nueces.

Esto ya va presagiando que el final será triunfal
Con el horno precalentado a 170º, se introduce la mezcla en un molde previamente engrasado y se hornea durante 50 minutos.
Y el resultado.... taráaaaaaaaaaaaaaaaan:

Brownie de remolacha y cacao con chocolate caliente
Se puede servir con chocolate caliente y coco espolvoreado, como hice yo o bien con una bola de helado de vainilla, frutos rojos por encima... o con lo que la imaginación te dicte.

Tierno, jugoso y con un sabor inigualable
Y como veis, el resultado ha sido de diez. Y no solo por lo riquísimo que está, sino porque he utilizado ingredientes naturales y sanos que tienen unas propiedades fantásticas para nuestro cuerpo, empezando por la remolacha la leche de coco, el cacao puro... Y no quiero extenderme mucho más. Voy a disfrutar de mi merienda.

Un perfecto desayuno o merienda
Anímate y pruébalo a hacerlo... ya me contáis que os parece la idea.


jueves, 6 de junio de 2013

El engaño de las dietas bajas en calorías

 
Aunque este tema no sé si viene muy a cuento con la temática de este blog (aunque con él, además de mostrar recetas, trate de hacer una reflexión en voz alta de como nos afecta lo que comemos) hoy le he estado dando vueltas a un anuncio que he visto de unas galletitas. Creo que son de special K(k) y la anuncia una chica delgadísima que está super encantada de alimentarse de estos snack que tienen 90 calorías y son super ideales de la muerte para matar el gusanillo. Cuando me voy a los ingredientes veo harina de trigo, azúcar, etc, etc... Fogh! otro engaña bobos más con las calorías.

 
Toda la vida hemos oído que para adelgazar hay que comer menos de lo que quemamos, asemejando nuestro cuerpo a una caldera o, como diría José Mota, equilibrando "las gallinas que entran por las que salen". Si una persona necesita 2000 calorías para asegurar su gasto metabólico cotidiano, si toma 2500 engordará y si toma 1500 adelgazará. Esta deducción tan simple ha sido y es la base de muchas dietas de adelgazamiento y muchos "profesionales", incluso hoy en día, ven en los regímenes hipocalóricos la panacea para dejar de ser gordos. Pero si esto fuera así... gente que come muchísimo estaría muy gorda y otras muchas que comen como pajaritos estarían delgadísimos. Y seguro a que a todos se nos viene a la cabeza algún caso de personas delgadas que comen como limas y al revés, ¿verdad?
 
Con todo esto quiero decir que cada persona tiene sus propias particularidades y que, con esta idea tan simplista para adelgazar, estamos obviando como funciona nuestro cuerpo y hay muchas posibilidades de fracasar con la dieta, por aburrimiento, por no ver resultados e, incluso, por sentirnos débiles y frustrados.
 
Las dietas de las revistas, e incluso de muchos endocrinos, dietistas y nutricionistas, es reducir la cantidad de calorías (normalmente 500 calorías menos de lo que se deberían ingerir, aunque esto depende del peso, edad, sexo...) y reducir o anular la ingesta de grasas.
Al principio estas dietas suelen funcionar y se suele perder peso más o menos rápido, muchas veces pasando algo de hambre, pero se ven los resultados. Poco a poco nos solemos estancar, y ya no se pierde peso, aunque mantengamos el régimen a raja tabla. Esto provoca que nos frustremos, nos decepcionemos y abandonemos. ¿A cuantos de vosotros no os ha pasado esto?

La explicación muy sencilla

Normalmente este tipo de dietas baja mucho las calorías necesarias. El cuerpo humano pasado un tiempo de esa nueva "etapa", en un instinto de supervivencia, empieza a ajustar esa restricción calórica en función de su gasto. Esto quiere decir que el cuerpo se va a equilibrar y va a empezar a reducir sus gastos energéticos, por lo que dejaremos de adelgazar. Esto pasa porque se desencadena un mecanismo de emergencia (el recuerdo inconsciente de cuando se pasaba hambruna) que hace que el cuerpo pase a un estado de ahorro de energía, por lo que se deja de quemar grasa y almacena reservas. Así, aunque se coma muy poco se seguirá engordando.
 
 
¿Y a nivel hormonal que está ocurriendo? Eso lo dejo para otro post.
 
¿Eres de las personas que hacen caso a las calorías de los alimentos?
 
 

 
 

martes, 4 de junio de 2013

Tarta de zanahoria ( Carrot Cake) con frosting de queso y vainilla


Auténtica Tarta de zanahoria, rica, sana y dietética

Estos días, por circunstancias, tengo más tiempo para poder preparar ricas recetas. Y la que os traigo hoy, realmente, puedo decir que ha salido de muerte. Y lo mejor, como siempre, es que no le he puesto nada de azúcar ni harinas refinadas, por lo que yo y los míos hemos podido disfrutar el doble con esta rica tarta. Ha sido mi desayuno por un par de días y repetiré, porque me he quedado con ganas de más.
Las medidas os la doy con el vaso de yogur y con cucharadas, ya que no tengo todavía una báscula de cocina en condiciones, así que tengo que improvisar como puedo.
Sin más, os pongo la recetita, paso a paso, para que disfrutéis también quien se atreva con ella.
 

Ingredientes necesarios para nuestra tarta

Ingredientes para la tarta:

  • 1 yogur natural sin azúcar
  • 1 vaso y medio de yogur de harina de arroz
  • 3 cucharadas de maicena
  • 2 cucharaditas de levadura química
  • 3 huevos
  • 2 cucharadas de stevia
  • 1 chorreón de aceite de oliva
  • 4 zanahorias crudas ralladas
  • El zumo de 1 naranja.

Ingredientes para el frosting:

  • 75 g. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
  • 4 cucharaditas de Stevia
  • 200 g. de queso tipo philadelphia
  • 1 cucharadita de vainilla en polvo (no azucarada)
Primero hacemos la tarta. Mezclamos las harinas, la levadura y el edulcorante. Hacemos la mezcla de líquidos, los huevos, aceite, zumo de naranja y el yogur.
Así no tiene muy buena pinta, pero ya veréis el resultado
 
Se vierten los líquidos en las harinas y se remueve muy bien. Si es necesario utilizar la batidora para que la mezcla quede homogénea.
Se añaden las zanahorias ralladas. Yo las rallé en escamitas no muy pequeñas. Una vez hecha la tarta apenas se aprecian los trozos y le da una consistencia muy jugosa.
Se engrasa un molde con mantequilla y se vierte la mezcla.
Con el horno precalentado a 170 ºC con calor arriba y abajo y ventilador, se deja hornear unos 35 minutos. Si no tienes horno con ventilador, posiblemente lo tengas que dejar un poquito más. Ya sabéis, el truco infalible de meter un palito en el centro y ver como sale es el mejor indicador para saber si nuestra tarta o bizcocho está ya listo.


Enfriada y lista para la decoración
Mientras podemos hacer el frosting o la cobertura que vamos a usar. Para ello, con una batidora de varilla mezclamos el queso con la mantequilla hasta que quede sin grumos y bien incorporadas. Se añade la vainilla y el edulcorante y se sigue mezclando hasta conseguir una mezcla bien integrada.
Si esta cobertura se hace con azúcar glas queda con más consistencia, pero en nuestro caso queda con la densidad justa para poder cubrir la tarta, aunque no para hacer grandes florituras con la manga pastelera (que era mi intención).
La mezcla se reserva en el frigorífico hasta que el bizcocho esté totalmente frío. De esta manera será más fácil manejar el frosting y tendrá más "cuerpo".
 
Y ya, con más o menos gracia dependiendo de la habilidad de cada uno, se va poniendo el frosting encima de la tarta. Yo, como aún tengo que aprender mucho de decoración de tartas, me limité a repartirlo bien por la superficie. Además, le puse ralladura de zanahoria y un poco de comino por encima... Mmmmmmm, riquísima la combinación de la especia con el dulce.
 
 

Y, de esta manera, pude disfrutar de un desayuno riquísimo.
 
Espero que os haya gustado esta nueva propuesta.
Ya sabéis, cuidaos... naturalmente.

domingo, 2 de junio de 2013

Pan de molde sin gluten (al microondas)

Sigo en mi lucha de encontrar un pan "decente" que me pueda llevar a la boca y en mi persistente intento, buscando aquí y allí vi esta receta que parecía (y es) muy fácil. Por tanto, como no tenía nada que perder me aventuré a hacerlo, a ver que tal salía y así tenía algo con que mojar los huevos a la plancha que me iba a cenar por la noche. Así que me puse manos a la obra.

Ingredientes:

  • 100 g de harina de arroz
  • 35 g de harina de mandioca agria
  • 1 sobre doble de gasificante (yo usé del mercadona)
  • 100 ml de agua o leche (yo lo hice con agua)
  • 1 huevo
  • Un poco de sal
  • Una cucharadita de miel pura
  • Un chorreón de aceite de oliva
El procedimiento es bien sencillo y rápido. Se mezclan, por una parte los sólidos y por otra el agua y aceite. El huevo se bate previamente y se incorpora a la vez que el resto de líquidos a la mezcla de los sólidos. Se mezcla con energía y rapidez, ya que no hay que demorarse mucho para que el gasificante no pierda su efecto.
Se vierte la mezcla, que tendrá una consistencia más o menos líquida, en un molde engrasado, bien con mantequilla o con aceite y se mete en el microondas a máxima potencia durante 4 minutos. Seguramente no se termine de hacer en ese tiempo, por lo que se va poniendo de 30 en 30 segundos hasta que se pinche en el centro y salga el palito limpio. Para daros una orientación, yo el último que puse se hizo en un tiempo total de 6 minutos, aunque otros han tardado un pelín más en cuajar.
Cuando esté hecho, se deja enfriar sobre una rejilla y ya tenemos nuestro pan de molde listo para comer.
Aviso, el aspecto no es muy apetitoso, es algo así:
 

Pan de molde sin gluten al microondas


Como veis, es un pan muy blanco, bastante blando, sin corteza y con una pinta un tanto extraña. No ha subido mucho, pero fijaos en la miga:
 
La miga tiene muy buena pinta
 
 La miga es esponjosa, tierna, si que tiene otro aspecto y el sabor no está nada mal. Se puede comer así o bien tostadito.
 
 
 
Esto ya es otra cosa, ¿no? Puede durar tierno un par de días (bien guardado en una bolsa cerrada), por lo que creo que ha pasado la prueba, al menos para quitarme el gusanillo de una tostadita o un buen "mojeteo".